Dejar de fumar es posible

¿ Por qué fumamos?

Hemos de diferenciar entre el inicio de la conducta de fumar y cuando esta conducta se convierte en un hábito o adicción.

Inicio. El momento en que la mayor parte de las personas se inician en la conducta de fumar suele ser en la adolescencia y algunas de las razones de este inicio son:

– La curiosidad.

– Por aparentar, querer ser mayor …

– Presión social, entornos en los que los demás fuman…

– Por rebeldía ante sus padres, la sociedad …

– Para autoafirmarse.

– forma de afrontar diferentes situaciones o estados de ánimo.

Una vez nos hemos iniciado en la conducta de fumar esta puede llegar a consolidarse debido a:

  • La nicotina es una sustancia altamente adictiva que nos proporciona placer.
  • Asociación de la conducta de fumar a diferentes situaciones, lugares, estados de ánimo, etc.
  • Negación, minimización o despersonalización de las consecuencias del consumo del tabaco en la salud. Son esas típicas frases que todos conocemos como por ej: Mira tal fumaba y llegó a los 97 años, o mira ese hacia deporte, ni fumaba ni bebía y se murió a los 40 o Peor es el humo del coche y ahí está. También la creencia de que los problemas de salud les suceden a otros pero a nosotros no. La minimización de los riesgos “No es para tanto”…

 

Beneficios al dejar de fumar

Para la salud:

  • Veinte minutos después del último cigarrillo
    • La presión arterial baja a cifras normales
    • La frecuencia cardiaca recupera los niveles normales
    • La temperatura de las manos y de los pies aumenta hasta valores normales
  • Ocho horas después de dejar de fumar
    • El monóxido de carbono de la sangre se normaliza
    • El oxígeno en la sangre se normaliza
  • Veinticuatro horas después de dejar de fumar
    • Disminuye el riesgo de un ataque al corazón
  • Cuarenta y ocho horas después de dejar de fumar
    • Las terminaciones nerviosas se acostumbran a la ausencia de nicotina
    • Mejora el gusto y olfato
  • Setenta y dos horas después de dejar de fumar
    • Los bronquios se relajan, lo que lleva a respirar mejor
    • Incremento de la capacidad pulmonar
  • Y los beneficios para la salud continúan…

Para la autoestima.

Muchos fumadores sienten en ocasiones que son esclavos del tabaco. Les irrita tener que estar pendientes siempre de un paquete de tabaco y no comprenden como un cigarrillo puede dominarles así. Esto les ocasiona malestar con ellos mismo y sentimientos de incapacidad y culpabilidad.
Dejar de fumar hace que estas personas se sientan más fuertes y autónomos al ser capaces de controlar su adicción. Esto les hace darse cuenta de que son capaces de controlar sus vidas más de lo que creían, proporcionándoles una nueva sensación de libertad.

Para el bolsillo.

Dejar de fumar supone una reducción considerable de los gastos diarios. Por ejemplo un fumador que se gaste un media de 3 euros diarios, al cabo del año se gastaría 1080 euros a los 10 años 10800 euros. ¿Has pensado alguna vez en lo que podrías hacer con lo que gastas en tabaco?.

Para el aspecto físico y la higiene.

La investigación ha confirmado que la piel de los fumadores tiene más tendencia a desarrollar arrugas que la de los no fumadores. Las sustancias tóxicas del humo del cigarrillo actúan sobre ella rompiendo las fibras de colágeno, lo que provoca la aparición de arrugas. Se ha demostrado también que los fumadores tienen mayor tendencia a la alopecia y a la aparición de canas. Muchos fumadores, a pesar de seguir unos escrupulosos hábitos higiénicos, tienen manchas de nicotina en los dientes y las uñas, su pelo y su ropa huelen a tabaco y su aliento es poco agradable.

 

¿Qué factores determinan la consolidación de la abstinencia?

  • Una alta motivación personal.
  • Un menor grado de dependencia del tabaco
  • Una mayor confianza en nuestra capacidad de conseguirlo.
  • Disponibilidad de recursos de apoyo.

Todos estos son aspectos que se pueden trabajar para incrementar las posibilidades de éxito en la cesación de la conducta de fumar. Por ejemplo respecto a la motivación podemos buscar aquellas razones que para nosotros son importantes a la hora de elegir dejar de fumar, también podemos buscar aquellas ocasiones en las que fuimos capaces de conseguir lo que nos propusimos, etc. En el plan para dejar de fumar que se presentará están recogidas de un modo práctico algunas de las medidas que nos pueden ayudar a mejorar nuestras capacidades para conseguir el éxito.

Como podemos deducir fácilmente estas variables, pero a la inversa, apuntadas anteriormente también intervienen cuando no se consigue el propósito, serían por tanto:

  • Una baja motivación.
  • Alto grado de dependencia. Un elevado síndrome de abstinencia (Irritabilidad, nerviosismo, ganas de fumar, tristeza, etc)
  • Poca confianza en nuestra capacidad para dejar de fumar. El miedo a fracasar.
  • Falta de apoyo.
  • El miedo a engordar.
  • Un elevado estrés, etc.

Diferentes formas para dejar de fumar.

Muchas y variadas son las formas en que uno puede dejar de fumar: por su cuenta, recibiendo consejo para dejar de fumar, acudiendo a un especialista (médico, psicólogo, enfermera, etc.) o buscando otro tipo de alternativas, tal vez, menos usuales como la hipnosis, acupuntura, acudir a un curandero o chaman…

La investigación no obstante nos dice que las maneras más efectivas para dejar el consumo de tabaco son:

  • El tratamiento combinado. Farmacológico y psicológico
  • El tratamiento psicológico: Dejar de golpe o la reducción gradual de la ingesta de nicotina RGINA.
  • El tratamiento farmacológico: Con receta, por ej. el Zyntabac (principio activo el bupropion) el champix (principio activo la vareniclina, que elimina la sensación de placer al probar el cigarrillo reduciendo significativamente los síntomas de abstinencia). Sin receta los chicles y parches de nicotina, el inhalador.
  • El consejo sanitario
  • Manuales de autoayuda.
  • Los tratamientos pueden ser individual o en grupo. Mejores resultados en grupo (empresas, sanitarios, etc.)

Las personas que trabajamos en este campo e investigamos en él hemos de ser conscientes que todos los métodos tienen resultados (aunque como la investigación dice unos muestran mayor efectividad que otros) por tanto lo que debemos hacer es intentar adecuarnos al paciente. Por tanto debemos hablar con él y evaluar su motivación y preparación para el cambio así como su grado de adicción, etc.

 

 

TIPOS DE TRATAMIENTO MÁS UTILIZADOS

Tratamiento médico farmacológico.

Tendremos que acudir al médico para que nos evalúe nuestro grado de adicción, así como otros condicionantes de salud para poder recetarnos o no el fármaco más adecuado. Debe apoyarnos en el proceso de dejar de fumar valorando también la posibilidad de utilizar parches o chicles de nicotina, lo que sería la terapia sustitutiva de nicotina (TSN).

 

Terapia sustitutiva con nicotina.

Concepto: Consiste en la administración de nicotina para reducir los síntomas del síndrome de abstinencia, pero por una vía distinta al consumo de cigarrillos y en dosis que no provoquen dependencia y que sean progresivamente decrecientes.

Modalidades: La TSN se puede administrar en chicles, parches, nebulizador nasal, inhalador bucal y caramelos. Las dos más utilizadas en nuestro país son el parche y los chicles.

Contraindicaciones: Aunque no las hay absolutas, hay que extremar precauciones en enfermedades cardiovasculares graves y durante el embarazo. Se debe remarcar que durante el tratamiento no se debe fumar.

Efectos adversos: Irritación local, según la vía de administración, e insomnio.

Posologia: Muy variable. A determinar por el médico o el especialista en deshabituación tabáquica según las características del paciente, evolución y modalidad elegida.

Duración: Entre 8 y 12 semanas. La reducción no se debe iniciar antes de las cuatro semanas.

 

Tratamiento psicológico.

Consta de una evaluación de nuestro grado de adicción así como de diferentes intervenciones psicológicas dependiendo de cada caso. Una vez valorado el caso pueden decidir, como hemos dicho antes, entre los dos si es necesario el uso de un fármaco (en este caso se le derivaría al médico para que valorase la posibilidad de recetárselo) o la posibilidad de utilizar los parches y chicles de nicotina, (TSN) así como la necesidad de intervenir en diferentes problemáticas que puedan interferir con la capacidad de la persona para dejar de fumar, por ejemplo ansiedad, depresión, una mala gestión de los aspectos emocionales, etc. Se pueden utilizar técnicas de control estimular, de solución de problemas, Parada del pensamiento, técnicas de relajación, etc. También se valorará si prefiere dejar de fumar de golpe o por medio de la reducción gradual de la ingesta de nicotina, el método RGINA.

 

El consejo sanitario.

Simplemente consiste en preguntar a cualquier paciente que va a la consulta del médico si fuma o no. Si fuma se le ha de aconsejar que lo deje ofreciéndole su ayuda en este proceso, así como motivándole para que lo deje intentando centrarse en ese aspecto de la salud del paciente que va a mejorar con la cesación de la conducta de fumar, además de ayudarle a que busque sus propios motivos y razones para dejar de fumar.

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