Qué es una adicción
La OMS define la adicción como una enfermedad porque modifica la estructura y el funcionamiento del cerebro. Se trata de una enfermedad biopsicosocial, es decir, una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y sociales.
Hay que diferenciar entre uso, abuso y adicción. Todo el mundo puede hacer un uso del móvil, de tomarse un vino, de jugar a juegos de azar, etc. y de aquí se puede pasar a un abuso cuando el uso de una sustancia, o del móvil, o el juego, etc. adquiere un patrón fuera de los márgenes sociales o medicamente establecidos en una determinada cultura. Pero es en la adicción cuando hablamos de enfermedad cerebral, entre otras cuestiones por la pérdida del control de la persona.
En las adicciones el objeto único (la sustancia, el objeto, la actividad, etc.) rige a modo de amo toda la vida anímica, vincular, biológica, afectiva y social del consumidor, los vínculos se reducen al objeto único aumentando así el vacío. El objeto único se erige como único regulador del ritmo neurobiológico. La ruta cerebral será siempre la misma para obtener placer o evitar el dolor, el circuito de recompensa o circuito del placer. El tránsito por este circuito neuronal evita el dolor, pero, al mismo tiempo, limita el contacto con los afectos y el desarrollo de la identidad. Ante la ausencia de contacto con los propios afectos y ante la falta de autorregulación lo externo toma el mando y queda silenciado el verdadero problema de indiferenciación (de ser uno mismo) en cuanto a la identidad.
En este tipo de funcionamiento de lo único en lugar de la identidad aparece lo que Winnicott designa como falso self, La propia imaginación y creatividad queda anulada, así como la sobreadaptación y la anestesia afectiva dominan su existencia.
Decir que la adicción a las drogas es una enfermedad que está asociada a disfunciones en circuitos cerebrales específicos no implica minimizar los factores psicológicos, sociales o ambientales involucrados que son los que llevan a ella. Se trata de una enfermedad biopsicosocial, es decir, de una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y sociales que hace que algunas personas sean más vulnerables a sufrir una alteración en los circuitos cerebrales que subyacen a la adicción.
La vida de las personas que presentan adicción está dominada por el consumo de la sustancia, o por el juego, el trabajo, el móvil, etc. hasta el punto de la exclusión de otras actividades o responsabilidades.
El trabajo con este tipo de problemáticas va a tener que ver con un cambio en el estilo de vida, un proceso que lleva un tiempo y en el que se hace necesario también la ayuda de las personas allegadas.
Es necesario aprender a afrontar las vivencias personales y situaciones de la vida sin las sustancias, objetos o actividades que hasta ahora se han utilizado y nos han convertido en adictos o esclavos de ellas.